Cuidado con lo que pides, porque se te puede cumplir
¿Y por si fuera cierto que el pensamiento es algo, que tiene peso y dirección? Hoy hablamos de una sabiduría ancestral: las afirmaciones.
Un hombre tomó un tren que iba a Mar del Plata, sin saber que no paraba en Chascomús, que era donde él se quería bajar. Entonces habló con el guarda y éste le dijo: “Mire, cuando el tren pase por Chascomús aminorará la marcha, entonces yo le voy a abrir la puerta para que usted pueda saltar; lo que le aconsejo es que tenga la precaución de seguir corriendo algunos metros en la misma dirección del tren, para no caerse”.
Entonces cuando llegan a Chascomús, hacen lo acordado. El hombre salta, corre unos metros en la misma dirección del tren. A todo esto el guarda de otro vagón ve venir este hombre corriendo, lo toma de un abrazo, lo sube de un tirón y le dice: “Tiene suerte, amigo, porque el tren no para en Chascomús”. Así que lo volvió a subir. ¡Pobrecito!
Las personas que nos metemos en la vida de la gente, como yo, tenemos que tener cuidado con estas cosas, y no hacer subir de prepo a alguien en un tren que por ahí no quiere tomar.
Él se quería bajar y el otro lo subió. A veces nos mandamos una de más.
El otro día me llamó una alumna encantadora, una mujer amorosa, llena de buenas intenciones que pretendía que yo hablara con su hija que estaba a punto de separarse. Esta santa mujer quería que yo le hiciera cambiar de idea. Yo no puedo hacer eso. Si vos me llamás para preguntarme ¿cómo hago para comer como una vaca y estar en peso? Más o menos te explico lo que hago. Si vos me preguntás ¿en cuántos idiomas hablo para hacerme entender con mi vieja que tiene casi ochenta años, un día no toma la medicación del corazón, al día siguiente se toma cuatro pastillas juntas? También te explico. Y si me preguntás ¿cómo hago para ser feliz?, por supuesto que te cuento. Pero de ahí a decirme que llame a alguien para decirle cómo tiene que… ya es diferente.
Mis alumnas, por ejemplo, me piden que les dicte alguna afirmación “para el marido”. De paso, si querés explico lo que son las afirmaciones escritas…
Según los metafísicos, al escribir repetidamente un pensamiento positivo creas como una especie de simbiosis entre pensar-escribir-leerlo-enumerarlo. La cantidad seguida son doscientas veces. Así como los antiguos maestros, ¿te acordás que nos hacían escribir en el pizarrón: “Tengo que portarme bien en clase”? Parece que detrás de aquel método, se escondía una enseñanza ancestral. Terminás convencido de lo que estás escribiendo.
¿Y por si fuera cierto que el pensamiento es algo que tiene peso y dirección? Parece que al repetirlo viaja a algún lugar del Universo, donde espera que, por ley de precipitación, se materialice ese pensamiento y se convierta en realidad. Todo lo que hoy es, todo lo que hoy está, lo que hoy sucede, ha sido previamente pensado. Para nuestra desventaja, parece que lo que más rápido viaja al Universo son los pensamientos cargados de temor, tal vez porque vibran en una frecuencia más baja, pero intensa. Es un recordatorio de la importancia de elegir nuestros pensamientos con conciencia. Cuando empecé a repetir como una tarada: ”qué día maravilloso, qué día maravilloso”, resulta que mis días, empezaron a ser maravillosos. El hecho de escribirlo doscientas veces es porque a algún loco se le ocurrió empatar con una emoción parecida al miedo, esta emoción es el fastidio. Si no preguntale a mis alumnas cómo tiran la lapicera cada vez que terminan de escribir doscientas veces “Dejo ir cualquier interferencia a mi mayor bien”. Quedás con la mano torcida. Al parecer, el fastidio, es una emoción que sirve para cargarlo. Y dicen que al enumerarlas, o sea poner uno…dos…parece que te vas acercando a la meta. Entonces vos decís: “¡Ay, mirá, cuento setenta y nueve, me falta poquito!”
Las emociones parece que son el combustible del vehículo que transporta ese pensamiento positivo. La cosa es que por repetición, por autohipnosis, por el agujero negro del Universo, la cosa es que da resultado y que nadie abra la boca sin haberlo intentado. Como siempre te digo: si no probás, no te va a salir.
Volvamos al tema inicial este que te decía de que mis alumnas me piden afirmaciones para sus maridos. Yo no les doy, primero porque si el marido está en otra historia sabés que patada en la cabeza le da a la jermu cuando tiene que cubrir el banco y ella le dice: “Escribí doscientas veces:el Universo me provee de todo lo que necesito”. Pero vamos a suponer que sí, que el marido sea el que manda a pedir una afirmación, porque tengo algunos alumnitos dispuestos, si yo no los conozco no puedo sugerir una afirmación.
Voy a ilustrarte esto: tengo una alumna desde hace cuatro años con bastante sobrepeso. Hace un tiempo le daba clases de gimnasia y no rebajaba nada. Estaba durita, ágil, pero gorda. Ella no sabía nada de metafísica, pero me había oído hablar de eso de las afirmaciones y decidió, por su cuenta, hacer una que decía: “alcanzo el peso deseado”. Le dio tan buen resultado que engordó cinco kilos de más. Alcanzó el peso deseado". Cuando nos pusimos a analizar por qué alcanzar el peso deseado para ella era seguir engordando, le cantamos piedra libre a un ratón que estaba bien escondido. Tan escondido que teníamos años de amistad y no me había contado algo importante. Un rollo que había atrás. Difícil que tengas años de amistad conmigo y que todavía te guardes algo. Ella había tenido de chica un rollo pesado de mal sexo, se embarazó de soltera, abortó, vergüenza, culpa, que sé yo… una vida horrible. La cosa es que la gordura la protegía de algún modo, la convertía en un ser no tan deseable. A todo esto te cuento que es una morocha preciosa. Entonces, al escribir miles de veces “alcanzo el peso deseado” se acercaba cada vez más a su deseo inconsciente de ser una “vaca”. Por eso hay que tener cuidado con automedicarse afirmaciones. Cualquier duda consulte a su metafísico, porque escuché alguna vez, “cuidado con lo que pides que se puede cumplir”. Yo lo suelo repetir cuando apagamos las velitas cuando dicen: “dale, pedí tres deseos”. Suelo decir pero cuidado con lo que pedís en los deseos. Por ejemplo, si alguien pide ascender al puesto de gerente en una empresa importante, quizá ello implique dejar a los chicos en la guardería, darle poca bola al marido, dormir pocas horas, terminar estresada, separada y frustrada. Por eso hay que ver cómo uno prepara este tema de las afirmaciones o de los deseos en general.
Vamos a apostar a que sea cierto lo de la afirmación escrita, entonces tenés que tener mucho más cuidado todavía. O sea, alquien que esté leytendo esto y que quiera hacer doscientas veces alguna afirmación inocua, puede escribir, por ejemplo, “confío en el proceso de la vida”.
Mirá que bueno. ¿No te parece bárbaro? “Confío en el proceso de la vida”
Vos sentáte y hacélo. Lo primero que se siente con esta afirmación en particular, es una tranquilidad absoluta. Es como si uno hubiera dejado en manos de quién sabe algo que uno por ahí no puede resolver. La mayoría de la gente que yo conozco no dice confiadamente: Dios proveerá. Y saquemos a Dios del medio.
Confío en el proceso de la vida.
Si estoy confiando en que todo es para mi bien… aún lo que consideramos malo o aparenta ser malo, también es para mi bien… Si confío realmente en eso, en la enseñanza que viene detrás de tal o cual problema, entonces el problema va a estar igual, pero yo voy a estar más distendida, que en definitiva creo que es la torta de la fiesta.
Cuando yo empecé a estudiar todo esto, me perseguía con qué era lo que tenía que pedir. Me lo había tomado tan en serio que decía: No. Pará, pará, pará. Me lo pasaba tachando. No. Pará. Esto no lo pido. Pará. No podía encontrar qué cosa porque había conseguido una que decía estar plenamente feliz y me imaginaba en el Moyano, capelina rosa, juntando margaritas. Digo: ¡No! ¡Pará!. Porque también puedo llegar a ser feliz en el Moyano. O sea que también me pasó esa etapa de estar muy perseguida con cuidado con lo que pido, porque a ver si todavía me sale el tiro por la culata.
Pero después de eso, un escaloncito más y aprendí a delegar al Jefe, al que más sabe o la vida misma, y me preocupé mucho más en ver mi reacción ante lo que sucede. Analicemos un supuesto: echan a dos empleados. Uno se suicida y el otro se va de vacaciones. El hecho, en sí mismo, no tiene ningún sentido. Lo que importa es cómo me lo tomo, cómo lo vivo y cómo estoy viviendo esta vida que me toca vivir.
¿Y vos? ¿cómo te lo vas a tomar? ¿cómo lo vas a vivir?
🎙️ Episodio 27: ¿Qué es el ego?
En este capítulo, exploramos el fascinante mundo del ego: ¿Qué es realmente? ¿Cómo podemos identificar su voz? 🤔 ¿Es posible que finja ser otra cosa para controlarnos?
El ego puede parecer un enemigo, pero también tiene lecciones importantes que enseñarnos, como aprender a cuidarnos. Sin embargo, reconocer su influencia es clave para diferenciar entre sus advertencias y nuestra verdadera esencia.
Sumate a esta reflexión profunda y descubrí cómo el ego impacta en tu vida diaria y en tu camino hacia el bienestar. 🌟 Escuchalo ahora y contame qué te resonó!
QUEMA DE PETICIONES AL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD
Se viene una experiencia mágica y transformadora que comienza hoy y no podés perderte.
️¿Cuándo?
Del 9 al 21 de diciembre, un recorrido lleno de introspección y magia a través de un grupo exclusivo de WhatsApp. El 21 de diciembre hacemos el gran cierre con la Quema de Peticiones vía Zoom, en sintonía con el Espíritu de la Navidad.
¿De qué se trata?
El Espíritu de la Navidad, un poderoso egregor nacido hace más de 2000 años, nos invita a regalar amor, alegría y devoción. A través de este evento: vamos a trabajar juntos en tus cartas de peticiones, guiados y corregidos personalmente por mí.
Prepararemos un espacio para conectar con tus deseos más profundos y culminaremos con la quema simbólica de tus intenciones, liberando energía para que el universo actúe a tu favor.
¿Por qué participar?
Transformá tus deseos en realidad con un método probado.
Viví una experiencia mágica y única que te llenará de esperanza y gratitud.
Si nunca lo hiciste, ¡este es el momento! Animate a conectar con tu poder interior.
Incluye:
Acceso al grupo exclusivo de WhatsApp para guiarte en el proceso.
Correcciones personalizadas por mi para tus peticiones.
Ritual de Quema de Peticiones en vivo por Zoom.
️Inscripción:
Tenés que entrar a este link.
¡No dejes pasar esta oportunidad única de cerrar el año con energía renovada! El Espíritu de la Navidad está listo para ayudarte a regalar lo mejor de vos y recibir lo que merecés. ¿Te animás a vivir la magia? ¡Te esperamos para vivir esta experiencia inolvidable!
Si todo este material aporta valor a tu vida, te pido que nos regales un like, nos comentes, nos compartas con algún ser querido al que sientas que le pueda ayudar. Todo eso, que a vos te lleva apenas segundos, nos ayuda a crecer y a llegar a más personas que quieran sumarse a esta comunidad que quiere seguir aprendiendo. ¡Gracias por sumarte en este viaje!
Silvia 🌷